El zorro y la gallina ponedora




El zorro atravesaba la sierra y visitaba con relativa frecuencia un gallinero que tenía abundantes y hermosas gallinas.
Era más por tozudez que por otra cosa que se acercara a aquel gallinero, que lo único que le ofrecía era una férrea resistencia, tan concienzudamente esta hecha la cerca que lo protegía.
El zorro no cejaba en su empeño. Tenía que comerse alguna de aquellas gallinas o se iría al traste su fama de taimado y astuto.
Apenas presentían que el zorro se acercaba, las gallinas dejaban de picotear el suelo y con gran revuelo de alas y escandalosos cloqueos se escondían en el gallinero todas muy apretujaditas. Todas menos una. La gallina ponedora.
-Tus compañeras se esconden tan pronto adivinan mi presencia. ¿Tú no me tienes miedo ?- Le preguntó el zorro.
- ¿ Por qué había de tenerlo ? La cerca es muy segura .-
Siendo así, tú y yo, podríamos ser amigos y mi viaje no sería en vano y yo, tendría con quien hablar – y miraba a la gallina a través de las rendijas de los tablones, con cierto brillo en los ojos.
  • Me parece bien. ¡ Y... de que quieres que hablemos ? -
  • Pues...de ti gallinita. Pareces muy diferente a las demás. Tan blanca, tan esbelta y con esa cresta tan colorada. En verdad se te ve distinta. También he observado desde la maleza, que tu amo, en más de una ocasión lleva a su casa, alguna gallina cogida por las patas y con el cuello colgando, pero contigo se muestra cariñoso ¿ a qué se debe ...?
  • Se debe a que yo soy especial. Soy una gallina ponedora. -
  • ¿ Ponedora ? Nunca había oído ese nombre ¿ Qué significa ?-
  • Que pongo huevos más grandes, hermosos y blancos, y siempre puntualmente – dijo muy orgullosa la gallina.
  • ¡ Ah ya decía yo que te encontraba distinguida. Tu porte es majestuoso – y al oír estos elogios, la gallina se pavoneaba abriendo sus alas y alzandose con ligeros vuelos. Por momentos se sentía más superior y distinta a sus compañeras y su vanidad iba en aumento.
El zorro se despidió y le prometió que volvería para conversar con ella.
Paso algún tiempo y al ponedora estaba impaciente por ver al zorro, para que la deleitase con palabras bonitas.
Entre dos luces llegó el zorro en aquella ocasión y encontró a la gallina sola en el cercado.
  • Muy buenas, gallinita. Con esta luz crepuscular aún te veo más hermosa -
  • Muy buenas,zorro. Eres muy adulador. Menos mal que me separa de ti, una muy resistente valla -
  • Tú eres una gallina muy lista y nunca te dejarías atrapar por un zorro viejo y bastante tontorrón como yo -
  • No teneis fama de tontos los zorros, precisamente -
  • Quizás, yo, sea la excepción lo mismo que tú. Ya te he dicho que hoy te veo diferente. Cuando abres las alas ya no eres una gallina, se te ve tan hermosa que pareces un ave del paraiso. Si supieras volar lo sería totalmente -
  • ¿ Volar ? Creo que no sería difícil para mi puesto que tengo alas, dijo la gallina, la próxima vez que vengas por aquí te admirarás. Haré prodigios en el aire -
  • Así lo espero, dijo el zorro – y ala vez que se alejaba, con su rosada lengua,se relamía el hocico de gusto.
Al cabo de unos días apareció el zorro cuando comenzaba a amanecer. Los gallos habían principiado a cantar subidos a la empalizada, pero al ver que se aproximaba la alimaña enmudecieron y se escondieron rápidamente. Al momento salió la gallina más ufana y orgullosa que nunca.
  • ¡ Hermoso amanecer, querida ponedora !-
  • ¡ Oh si, en verdad hoy ha de ser el mejor día de mi vida! - dijo la gallina.
  • ¿ Y... a que se debe que estés tan contenta ?-
  • Es que tengo una gran sorpresa para ti -
  • ¿ A caso ya sabes volar con esas hermosas alas que posees ? -
  • ¡ No vas a dar crédito cuando me veas ! Ni yo misma puedo creer la gracia suprema con que muevo mis etéreas alas -
  • Estoy ansioso por verte, debe de ser maravilloso. Me aproximaré un poco más a la valla para verte mejor entre los tablones – y los ojos del taimado zorro se fueron alargando hasta convertirse en dos fulgurantes y amenazadoras rayas.
Comenzó la gallina sus torpes revoloteos y el zorro la iba animando con palabras halagadoras.
Al fin el zorro le dijo - ¿ Sabes mi querida gallinita ? No estoy disfrutando plenamente de tan asombroso espectáculo, porque no puedo ver bien a través de las tablas. Si te parece, yo, me retiraré un poco y tu volarás más alta, de este modo veré mucho mejor tus giros y tu majestuoso planear, que estoy seguro envidiaría hasta el águila real.
-¡ si, si ! - dijo la ponedora llena de soberbia.
Alzó el vuelo con gran esfuerzo y comenzó a volar por encima dehttp://carmenfrr.blogspot.com/2013/10/elzorro-y-la-gallina-ponedora-el-zorro.html la valla y no se percató, tan ensimismada estaba, que se distanciaba del gallinero. Al verse tan alta, quiso ondear en el aire con las alas muy abierta, pero sólo consiguió girar grotescamente sobre si misma y caer en picado en las fauces del zorro que, pacientemente, la estaba esperando.

Sierra de Cazorla ( Jaén ) 19 -Marzo-2011 Origi. Carmen Ubeda.

6 comentarios:

  1. Ya sabes, Carmen, que este cuento-fábula me gusta mucho. José Mª

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  2. Cantos de sirena!!! A veces se cae en esa debilidad, y entonces el zorro estarà esperando, paciente y àvido. Ser humilde no es ser dèbil , por el contrario!!!! Muy bueno Carmen!!!

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  3. Gracias, Iris, disfruté mucho escribiéndolo y no se por qué me identifiqué más con el zorro que con la gallina. Un abrazo Carmen.

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  4. Las vanidades pueden ser mortales.

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    Respuestas
    1. Si, Jesús bajas ala guardia y... ¡ Zas !
      No te he dado las gracias antes porque no había visto tu comentario.

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