Era una simple mariposa de cetrinas alas. Pasaba desapercibida en su mundo de verdes plantas y coloridas flores y a causa de ser tan apagada se encontraba muy triste y sola.Un
pajarillo rojo como una gota de sangre se compadeció de su tristeza.
.-
Yo era como tu, sin color, gris como la ceniza, y como tal de triste
y solitaria era mi vida pero una rosa roja se compadeció de mi. Me
punzó, cuidadosamente, con una de sus espinas y me inyecto su
precioso color granate.
La
rosa no pudo soportar el dolor que le produjo esta prueba, palideció
y cayó deshojada entre mis patas. ¡Nunca olvidaré su sacrificio y
lo generosa que fue conmigo. Yo también quiero ser generoso
contigo, mariposa apagada y triste, quiero que luzcas, brilles y
seas tan feliz como yo ! .-
Y
el pajarillo rojo como una gota de brillante sangre, punzó con su
afilado pico y con sumo cuidado, el pequeño cuerpo de la mariposa y
lentamente las opacas alas de esta fueron tomando una viveza
carmesí.
Mientras
tanto las plumas del pajarillo se cubrían de fulgurantes destellos
plateados. La avecilla era más fuerte que la delicada rosa y pudo
mudar el color de su plumaje superando el sufrimiento que le producía
inyectarle a la mariposa su coloración.
El
pajarillo plateado y la mariposa roja, desde entonces, fueron
inseparables y felices en su mundo de verdes plantas y coloridas
flores.
FIN
Cómo extraño los cuentos así.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen.
Un beso.
HD
Gracias a ti Humberto. Como soy su " madre " para mi tiene mucho encanto, por aquello de haberlo parido, jajaja ! Te devuelvo el beso. Carmen.
ResponderEliminarVoy leyéndote poco a poco y del mismo disfrutándolo, gracias por dejarme en face el enlace...saludos, siempre esencia.
ResponderEliminarMe agrada que leas mis cuentos y relatos y que los disfrutes, Esencia, yo también paso muy buenos momentos con tus poémas. Saluditos. Carmen
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